Cuando creíamos apreciar cierta estabilidad en el barco y una dirección clara, la cúpula de BioWare vuelve a tambalearse. Esta tarde el gerente general del estudio, Casey Hudson, anunció su marcha (por segunda vez, en realidad) para perseguir nuevos objetivos. "Llegar a este punto [el 25 aniversario de BioWare] ha sido una oportunidad para reflexionar sobre mi propio futuro. El 2020 ha sido un año que nos ha forzado a todos a reimaginar cómo pensamos acerca del trabajo y la vida. Para mí, ha sido la realización de que todavía tengo una energía tremenda para crear, pero también que necesito probar algo diferente. No estoy seguro todavía de qué, pero sé que quiero empezar a redescubrir mi pasión creativa a través de un trabajo más personal", ha dicho en su mensaje de despedida.
Junto a Hudson también ha anunciado su marcha Mark Darrah, productor ejectivo de Dragon Age. Será sustituido por el ex-Blizzard Christian Dailey, responsable del estudio de Austin y hasta ahora al cargo de la próxima revisión de Anthem, cuyo estado actualmente es incierto, mientras que Matthew Goldman permanecerá como director creativo, un veterano de la franquicia desde Dragon Age: Origins. Las razones esgrimidas por Darrah para dejar su cargo son similares a las de Hudson. Tras un año profundamente "transformativo", cree que ha llegado el momento de "dar una oportunidad a nuevas voces".
Darrah se ha despedido asegurando que el siguiente Dragon Age está en buenas manos y que Mass Effect también tiene "un futuro excitante" bajo el liderazgo de Mike Gamble.
Laura Miele, responsable de los estudios de Electronic Arts, ha adelantado que Samantha Ryan, anterior líder de Warner Bros. Games, será la encargada de supervisar el día a día de BioWare mientras se busca un sucesor definitivo para Casey Hudson. "Encontraremos al líder adecuado, uno que ame profundamente y sienta respeto por el legado del estudio, que personifique los valores del equipo y que ayude a sostener el increíble legado de BioWare", ha prometido.